La plataforma TalentSmart probó a más de un millón de personas y descubrió que el 90% de los puestos de más alto nivel son ocupados por personas con un nivel superior de inteligencia emocional.
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Travis Bradberry, colaborador de Talent Smart, investigó lo que hacen estas personas y evitan hacer para mantenerse tranquilas y en control de las situaciones.
Descubre los resultados a los que llegó.
1. No les importa la opinión de los demás
Cuando las personas emocionalmente inteligentes se sienten bien con algo que han hecho, no les importan las opiniones ajenas o los elogios. Esto se debe a que cuando tu felicidad depende de comparaciones con otros, pierdes el control de tu propia satisfacción.
Está bien no ignorar por completo las reacciones de los demás ante tus acciones. Pero no necesitas compararte constantemente con otros.
Deja pasar gran parte de lo que la gente dice sobre ti en un momento o situación determinada. Una cosa es segura: no eres tan bueno ni tan malo como dicen.
2. No olvidan
Las personas emocionalmente inteligentes perdonan rápidamente, pero eso no significa que olviden. Perdonar es soltar lo que salió mal para avanzar.
Es completamente diferente a dar una segunda oportunidad a alguien que te ha defraudado. De esa manera, te proteges de posibles problemas futuros.
3. No mueren en la batalla
Las personas inteligentes saben lo importante que es dejar una batalla para otro día. En medio del conflicto, una emoción o reacción excesiva puede sacarte de balance y causar daños graves.
Cuando puedes comprender tus propias emociones, puedes elegir tus batallas de manera más sabia y quedarte en el ring solo en el momento adecuado.
4. No priorizan la perfección
Las personas emocionalmente inteligentes no establecen la perfección como un objetivo porque saben que es inalcanzable. Los seres humanos cometen errores, es así de simple.
Cuando la perfección es tu objetivo, estás destinado a fracasar y a perder el tiempo, no solo tratando de lograr lo imposible, sino también lamentando lo que hiciste mal. Es mejor disfrutar y celebrar lo que hiciste bien que sufrir por lo que hiciste mal.
5. No viven en el pasado
Los errores pueden destruir tu autoestima y dificultar mucho creer en ti mismo. La mayoría de las veces, los fracasos ocurren al tomar riesgos y tratar de lograr algo que no es fácil.
Las personas inteligentes saben que el éxito radica en “levantarse después de la caída”. Y esta recuperación es imposible si sigues viviendo en el pasado. Si tu pasado se convierte en tu presente, te impide avanzar.
6. No se ahogan en los problemas
Cuando te enfocas en los problemas que has enfrentado, creas y prolongas el estrés y las emociones negativas que vinieron con ese problema inicial. Las personas inteligentes no dirigen sus energías hacia los problemas, sino que se centran en las soluciones.
7. No se involucran con personas negativas
Siempre es mejor mantener distancia de los que se quejan porque solo hablan de problemas y no pueden encontrar soluciones. Normalmente, quieren arrastrar a otros a sus quejas interminables. Los oyentes a menudo quedan atrapados en el ciclo porque no quieren parecer insensibles. Puedes evitar que te arrastren estableciendo límites y alejándote cuando sea necesario. Piensa en ello de esta manera: si una persona está fumando toda la noche, ¿te sentarías junto a ella e inhalarías el humo durante horas? Una forma efectiva de establecer límites es preguntar a los quejumbrosos cómo planean resolver el problema.
8. No guardan rencor
Guardar rencor generalmente conduce al estrés. Solo pensar en los eventos que desencadenaron el rencor pone tu cuerpo en modo de batalla. Cuando una amenaza es inminente, nuestra reacción natural es querer sobrevivir y, por lo tanto, luchar. Aprender a seguir adelante y dejar el rencor atrás no solo te hará sentir mejor, sino que también mejorará tu salud física, según estudios científicos.
9. No dicen siempre que sí
Un estudio de la Universidad de California mostró que cuanto más difícil te resulta decir no, mayor es la probabilidad de experimentar estrés, agotamiento y hasta depresión. Saber cómo decir no es en realidad uno de los mayores desafíos para muchas personas.
“‘No’ es una palabra poderosa de la que no deberías tener miedo.